Viernes...
…Después de 5 horas de carretera, Sid Mequedé esparaba la
cena en la moderna
e impecable terraza del
nuevo restaurancito de un olvidado y polvoriento pueblo Atlántico.
El mismo pueblo
de sus padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos. A menos de 2 metros,
en otra
mesa, 3 pudientes señores ganaderos y productores de arroz tomaban whisky
y
conversaban en voz alta sin ningún reparo. El más joven fumaba un habano.
Comentaba
lo eficiente que era la nueva hélice que había comprado para su otra lancha.
“…19 revolucione por
segundo te ayudan a economizá combustible…
…También venden una hélice de 21 revolucione
pero entonce esa no tienen suficiente torque...”
Pink Bonus
El pequeño gnomo que piloteaba la nave escuchó la noticia por la radio.
Sucedió lo
que todos temían… Eugenio había vuelto a utilizar el hacha.
Arnold y Emily regresaban de un viaje Interestelar por
Cirrus Minor cuando vieron un cráter en el Sol. Debió de haber sido grande,
después de 10 años se esperaba que el Sol estuviera relativamente igual.
Definitivamente estaban más viejos.
Definitivamente estaban más viejos.
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