You’ll be Sorry estaba de rodillas y descalza. La chica agarraba y apretaba
con fuerza
la mano izquierda de nuestro súperheroe Cabeza de Guirnalda.
Intentaba convencerlo con los ojos llenos de lágrimas…
…que se había divorciado, que se había limpiado de la cocaína,
que había dejado de fumar...
You’ll be Sorry de verdad estaba arrepentida y decidida a volverlo a
intentar con sinceridad.
Pero el botón de autodestrucción había sido tocado...
...y
una vez que se toca ya no hay marcha atrás.
You’ll be Sorry continuó envejeciendo y cuando pensó que todo estaba
perdido,
encontró a Jesús, y éste la liberó de la bestia.
Suponiendo claro
que liberarse de la bestia es posible.
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