Cuento: Gabriel Socías Mena
Ilustraciones de E. Mináev
Ilustraciones de E. Mináev
Extraídas de Basilisa la Hermosa
I
Un Caballero de Fuego adorador del Sol se levantó temprano una mañana
y preguntó al astro:
-Señor Sol ¿Cómo voy a hacer en las noches
oscuras y frías?
El Sol se desperezó y respondió:
-Si lo que quieres es un Sol para ti solo,
debes viajar a la Tierra de los Mangos
y buscar la Princesa Dorada, ella te
dará calor y luz por las noches oscuras y frías.
Después de pasar el día entero pensando, el Caballero de Fuego se dirigió al Sol.
-¿Y quién es esta Princesa Dorada?
El Sol se puso su piyama y dijo:
-Ahora me voy a descansar, puedes
preguntármelo mañana.
Se hizo de noche.
El Caballero de Fuego no podía esperar,
encendió una antorcha,
montó su caballo color naranja y emprendió el viaje a la
Tierra de los Mangos…
II
II
Cabalgó
hacia el oeste toda la noche.
En el
caminó encontró una pequeña posada y se detuvo.
Amarró el
caballo y dejó la antorcha en la entrada.
-Adelante,
-dijo un Dragón con espejuelos-debe tener hambre y sed
-Voy a
la tierra de los Mangos ¿Está muy lejos?
-No
buen hombre, si quiere puede pasar la noche aquí,
el sol está casi por salir,
debe estar cansado.
El
caballero cayó rendido y durmió todo el día.
Cuando se despertó, salió de la posada a ver al Sol,
pero el astro ya tenía la piyama puesta
y no hizo más que darle una sonrisa.
pero el astro ya tenía la piyama puesta
y no hizo más que darle una sonrisa.
Se hizo de noche.
El Caballero encendió la antorcha, montó su
caballo y continuó
su viaje por la oscura noche.
III
Un relampagó ensordecedor iluminó la selva.
Un golpe de viento apagó la antorcha.
El caballo se detuvo.Comenzó a llover
-¿Cómo vamos a ver el camino?-Preguntó la
bestia en la oscuridad
-Usaremos los rayos-Respondió el jinete.
Hombre y bestia esperaron hasta que cayera el siguiente rayo,
y sin detenerse, cabalgaron la noche entera aprovechando
IV
Amaneció…
El Sol que se levantó con pilas nuevas, pasó todo el día calentando
y tratando de ver a su amigo,
pero este dormía en una fría y oscura cueva.
y tratando de ver a su amigo,
pero este dormía en una fría y oscura cueva.
Llegó el atardecer y cuando el astro se puso
la piyama…
-¡Espera!
Era la voz acabada de levantar del Caballero
de Fuego.
¿Cuánto falta para llegar?
¿Cuánto falta para llegar?
Ya estás aquí!- Respondió el Sol
y sus últimos rayos iluminaron
y sus últimos rayos iluminaron
miles y miles de mangos
que colgando de los árboles y alfombrando la tierra
respondieron en coro:
...Es causa y es efecto!
que colgando de los árboles y alfombrando la tierra
respondieron en coro:
...Es causa y es efecto!
Se hizo de noche.
El Caballero encendió la antorcha y encontró
una nota de su caballo
"Montro, me fui, tu tá demasiado loco"
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