Todos en el vagón se sujetaban correctamente, todos viajaban
felices.
“Venga, siéntese aquí
jovencita.”
Dijo un indio
indicando un asiento vacío.
El Hada Degenerada se sentó colocando la enorme mochila a un
lado.
“Gracias.”
De repente, se escuchó por las bocinas la voz que anunciaba
las paradas:
“Siguiente estación… Luis
‘Terror’ Días...”
El tren se detuvo.
Se abrieron las puertas y mientras todos salían, El Hada se
quitó los zapatos y se puso las chancletas. Las puertas se cerraron, el tren
arrancó a toda velocidad.
5 minutos más tarde…
“Siguiente estación…
‘Playa Sosúa 1996’
próximo a…Cabarete…”
El tren NO se detuvo.
Se abrieron las puertas, saltaron las chancletas, la mochila
y El Hada estrellándose aparatosamente contra el andén. Como si nada hubiera sucedido, el Hada se puso
todo y subió corriendo las escaleras hasta que los escalones se
convirtieron en arena.
No comments:
Post a Comment