Subió
por las escaleras de acero pintadas con óxido rojo.
Una vez en el puente se
dirigió al almirante.
“El barco se está hundiendo…
…despacio, pero se hunde.”
Cabeza de Guirnalda escuchó la palabras mientras observaba
la agitada tripulación desmontando los botes salvavidas.
Fuck!
Lo que había sido tema de burla por muchos años,
se había
convertido en teoría confirmada.
El ingeniro dió media vuelta y se retiró a recoger sus
cosas.
“Chin Pun espera.”-Lo llamó el oficial superior y amigo de siempre.
“Dime Cabeza.”
“Recoge mis cosas también, no pienso hundirme con este
barco.
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